jueves, 26 de noviembre de 2009

Un uccellino mi ha detto II

Existe una tradición en el Japón que consiste en llenar de aves una jaula, las más que puedas, de cualquier color, tamaño, género, trino. Un día que te suceda alguna cosa feliz, las dejas libres sólo para verlas volar.

Bellísimas ilustraciones a tinta negra de Tanadori Yokoo.




Camuflaje del pájaro ojogota de Tomokazu Matzuyama.

La no paloma de Wilheim Staehle.
Aimee Van Drimmelen decoró etsos parches de batería.





Andrew Pommier.
Un pájaro reciclado fabricado por Clemens Habicht.
Cadena alimenticia de Curro Claret.
El cuervo alarma contra las vacas de Jamie Tao.
Utopíopío de Jonathon Oxalde.
Josh Brill.

El antes y después del aquí y allá de Lene Jorgensen y Peter Hermann, dos amigos que se mandan su cuaderno de bocetos de un lado del mundo al otro.

Bonitos moteles para pájaros, decorados con bonitos pájaros hechos por Ryan O´Rourke.
En otoño las hojitas de los árboles se caen
llega invierno las recoge y comienzan a volar.


Otra vez, fin por el momento.

2 comentarios:

willy wonka dijo...

SETA


http://marianmarian.tumblr.com/post/256999008/ahora-si-ya-puedo-ir-a-japon

La Strega Pazza dijo...

uuuff enormememente increibles..los pájaros son la onda voladora!! de dónde los sacas..me cuentas? chiidooo! saludos! BesO!