A los siete años, su tío, un expresidiario ruso, le enseñó el bonito arte del tatuaje y el cómo conquistar sirenas. Por esto, sus trabajos además de divertidos, reflejan toda la cultura con la que creció: el maravilloso y extravagante mundo circense, la cultura popular rusa con todo y los famosos tatuajes vintage que adornan los brazotes de los marineros y los presos, la cultura gitana, grandes jazzistas y asombrosos cuentos infantiles.








1 comentario:
Qué bonita descripción, ya me hubiera gustado a mi haber tenido esa vida :)
Un millón de gracias por dedicarme un post tan bonito...
Un abrazo...
Publicar un comentario