Si usted es una mezcla entre narcotraficante, mi rey de Villa Coapa y un excéntrico terrorista entonces seguramente disfrutará de las hermosas coreografías-arrancones con autos de lujo bañados en oro, se morirá de la envidia al ver millonarios jeques montados en caballos de cientos de dólares y se volverá loco al ver bailar a zares del petróleo como las bailarinas del Lago de los Cisnes en medio de coches tuneados maravillosamente con luces fluorescentes de neón.
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