
Dice Alfredo Matus, director de la galería, que en una primera lectura sobre el trabajo de Artemio, se ve la seguridad con que usa la gubia, y posteriormente la tinta y el papel, posibilitándole ejecutar composiciones abigarradas y de gran fuerza, aparentemente caóticas. No obstante, en el recorrido visual del todo nos parecen congruentes e integradas, debido a su experimentada y tenaz factura y por que concatena con cada pieza, con sumo tino, diversas texturas visuales, distribución, posición y tamaño de las formas, interacciones de símbolos y figuras reconocibles, generando entonces festines para nuestros ojos, asombrósos festines diría yo.
Vale la pena darse una vuelta para conocer el taller gráfico móvil, el más reciente proyecto de Artemio: un camioncito de la Chevrolet de los años setenta, recuperado e intervenido por el mismo Artemio cuya misión es llevar a la gente de la frontera y a poblados marginados un taller de gráfica con herramientas incluidas, cine y diversas actividades artísticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario