Las más recientes pinturas al óleo de
Lee Price están impresionantes. El punto de vista, más cinematográfico que pictórico, que eligió para toda la serie de mujeres comedoras compulsivas es un
detallazo poco visto en la pintura en general ya que las perspectivas cenitales suelen ser complicadas, pues no estamos acostumbrados a ver de ese modo, sin embargo Lee los maneja con maestría. La atención puesta a los detalles que hacen que sus pituras parezcan fotografías en alta definición (sombras, relieves, texturas, el gua, el juego de luces, las cadenitas de las tinas) nos habla de que Price, además de tener una técnica minusciosa y precisa, es un observador nato.
Pero lo que me gusta más son los momentos tan íntimos y cotidianos que nos presenta.



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